Mantener la casa ordenada y limpia puede parecer una tarea tediosa donde hay que invertir demasiado tiempo si se quieren conseguir buenos resultados. Esto a menudo nos lleva a retrasar esta tarea, lo que solo sirve para que la suciedad y el desorden se acumulen y sea todavía más difícil crear unos buenos hábitos de limpieza. Para ayudarte a hacer más liviana esta actividad vamos a repasar estos 10 consejos para mantener la casa limpia y ordenada de la forma más rápida, sencilla y con el menor esfuerzo posible.
Es habitual entrar en casa y dejar las bolsas, las llaves o los zapatos en la entrada o el salón, pensando que ya se recogerán en otro momento. Lo más probable es que se acumulen fuera de su sitio, lo que transmitirá una sensación desorden. Por lo tanto, el primer consejo es dedicar unos minutos a dejar cada cosa en su lugar para mantener ordenada la casa.
También una cama desecha, mantas sin doblar en el sofá, toallas dejadas descuidadamente por cualquier punto de la casa o ropa tirada en el suelo generan una enorme sensación de desorden. Para evitarlo haz la cama antes de salir de casa o al volver, dobla las mantas cuando dejes de usarlas, pon a secar las toallas que acabes de usar o deja la ropa sucia en el cesto para lavar, en vez de dejarla en el suelo u otro rincón.
Para combatir la suciedad y mantener la casa limpia en profundidad, lo mejor es recurrir a productos limpiadores desinfectantes que te permitan eliminar la suciedad y los gérmenes con un solo producto. Para una limpieza y desinfección rápida y eficaz recomendamos los limpiadores de la gama de productos SANYTOL. Lo más destacado de estos productos es que te permiten obtener una casa limpia y desinfectada (eliminan el 99,9% de gérmenes) sin dedicarle tiempo ni esfuerzo. Esto es posible porque limpian y desinfectan a la vez y porque su formato con pulverizador hace que la tarea de la limpieza sea más fácil. Entre su gama de limpiadores encontrarás desde productos aptos para mantener la higiene de toda tu casa hasta productos específicos para limpiar el baño o la cocina.
Para ahorrarte trabajo empieza limpiando por arriba. Por ejemplo, ordena y limpia las estanterías y, por último, barre y friega el suelo. Si lo haces al revés, el polvo volverá a caer sobre las superficies y tu trabajo no habrá servido para nada.
La acumulación de objetos es otra de las circunstancias que ayuda a transmitir la sensación de desorden porque provoca lo que conocemos como “ruido visual”. Además, en ellos también se deposita polvo y suciedad que hará falta limpiar. En esta línea, deshazte de todo aquello que no uses, incluyendo la ropa que no te pongas y que solo genera desorden en el armario.
Lo ideal es que vayas fregando la vajilla y los utensilios que ensucias, ya que el fregadero lleno de platos, vasos y cubiertos usados y con restos de comida es otro de los focos de desorden, malos olores y suciedad en el hogar. Si tienes lavavajillas, cuentas con la opción de ir introduciendo la vajilla para ponerlo en marcha cuando lo llenes. Si cuesta que el lavavajillas se llene, puedes ir pulverizando un limpiador desinfectante como Sanytol desinfectante quitagrasas o Sanytol desinfectante multiusos, de esta manera evitarás que los restos de comida de los platos provoquen mal olor. Sigue esta práctica tanto cuando cocinas como cuando comes para tener una casa limpia y ordenada.
No es solo por una cuestión de orden, la suciedad en los electrodomésticos como la nevera, el congelador o el microondas puede acabar por transferirse a los alimentos, poniendo en riesgo la salud. Lo ideal es limpiar rápidamente cualquier derrame para evitar que se incruste y acabe dañando el electrodoméstico y acumulando gérmenes. Así mismo, vigila con regularidad los productos que guardas y desecha los que comiencen a estropearse.
Lo más recomendable es pasar el aspirador por el suelo varias veces a la semana. Los aspiradores permiten una limpieza en profundidad hasta en los rincones de más difícil acceso y, además, no levantan polvo que se depositaría en los muebles. Por supuesto, si hay un derrame es mejor que limpies las manchas al momento para evitar que se incrusten.
Tras la ducha o después de usar el lavabo, es normal que las gotas de agua salpiquen la mampara, el espejo o la grifería. No solo da una imagen de desorden, sino que es humedad que se acumula y origina manchas blancas por acúmulo de cal o negras por proliferación de hongos. Para evitarlo puedes secar con un paño nada más termines en el baño para que siempre luzca limpio. Además, no te olvides de ventilar el baño.
Si no tiras la basura a menudo, se acumulará generando desorden, malos olores y falta de higiene. Sobre todo, sucede con la basura orgánica o de residuos y con los envases que están sucios. Por tanto, tira la basura a diario, tanto la orgánica como el reciclaje, para mantener la casa limpia y sin malos olores.
Un aspecto importantísimo para mantener la higiene de tu casa es ventilarla frecuentemente y que huela a limpio. En el dormitorio puedes hacerlo a diario mientras haces la cama. Y en el resto de las estancias, mientras te duchas, recoges, desayunas o limpias. Bastan diez minutos para renovar el aire de una habitación y que la casa huela siempre a limpio.
Además, para mantener a raya los malos olores, también es importante mantener una higiene regular de aquellos ambientes o tejidos u objetos que no se pueden lavar, como sofás, cortinas o alfombras. Para ello, puedes recurrir a productos que eliminen los malos olores de raíz y perfumen como Sanytol desinfectante tejidos y hogar, que no solo acaba con gérmenes que provocan el mal olor en tejidos no lavables o ambientes, sino que también dejan un agradable perfume.
