Sanytol > Multisuperficies > ¿Cuándo tenemos que higienizar o desinfectar una zona de la casa?
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En ocasiones, se habla indistintamente de limpiar, higienizar o desinfectar el hogar, pero lo cierto es que son términos con significados distintos. En este artículo vamos a explicar las diferencias entre limpiar, higienizar o desinfectar una zona de la casa y cómo saber qué producto es el más adecuado para cada tarea.
Cuando se limpian las superficies, lo que se hace es eliminar la suciedad visible, proceso en que se disminuye la cantidad de gérmenes por la acción mecánica que se ejerce al frotar la superficie, aspirar o fregar. Hay que tener en cuenta, que la limpieza no mata los gérmenes, con lo que no asegura su eliminación. Cuando hablamos de limpieza de los textiles, si lavamos a temperaturas por debajo de 60ºC, no se están inactivando el número de gérmenes suficientes para hablar de desinfección.
Cuando se habla de desinfección, se hace referencia a la eliminación de microorganismos que pueden causar infecciones y enfermedades. A diferencia de los limpiadores o productos higienizantes, los productos desinfectantes están regulados por la ley de biocidas, y deben presentar un número de registro en la etiqueta. Este número de registro lo otorga el Ministerio de Sanidad, y certifica que es un producto eficaz en la eliminación de gérmenes.
Hay productos que se venden como higienizantes (tanto para superficies como para textiles), éstos normalmente no tienen número de registro, con lo que solo garantizan la limpieza y no la eliminación de gérmenes porque no cuentan con la aprobación del Ministerio de Sanidad.
Ahora que sabes qué diferencia hay entre la limpieza, y la desinfección, podrás entender la importancia de la desinfección regular del hogar para eliminar, no solo la suciedad, sino los gérmenes, como las bacterias, los hongos o los virus, que pueden llegar a causar algunas enfermedades. Por eso, aunque a diario limpies tu hogar, la recomendación es la desinfección, que será más o menos habitual en función del uso que le demos a la estancia o el mobiliario. Por ejemplo, en el baño, donde se concentran gérmenes con facilidad, o en la cocina, en la que se preparan alimentos deberemos mantener una higiene más rigurosa que por ejemplo en el dormitorio. También es un factor a tener en cuenta si en el hogar hay presencia o no de niños pequeños que gatean o que se pueden llevar de todo a la boca, si se convive con animales, o el contacto que tenga la superficie que quieras limpiar con alimentos, etc. En estas situaciones y circunstancias hay que recurrir a la desinfección, pues es la medida que ayuda a prevenir la transmisión de enfermedades al reducir la presencia de patógenos en el ambiente.
Como hemos mencionado anteriormente, para saber si el producto que has escogido para la limpieza del hogar solo limpia o, además, desinfecta debes fijarte en su etiqueta. Los productos desinfectantes deben indicar un numero de registro que normalmente se incluye en el dorso de la etiqueta. Aquellos que no tienen este número de registro son considerados como higienizantes o limpiadores, ya que siguen las normas básicas de higiene, pero no tienen probada su eficacia en la eliminación de gérmenes por el Ministerio o ninguna entidad.
El Ministerio de Sanidad es el que evalúa la seguridad y eficacia de un producto desinfectante, por lo que todos los productos desinfectantes en el mercado tienen un número de registro en la base de datos del Ministerio que es pública para cualquier consumidor.
En la actualidad, existen productos específicos que son capaces de limpiar y desinfectar a la vez sin contener lejía. Un ejemplo de ello son los productos de SANYTOL, que dispone de una gama de limpiadores-desinfectantes para mantener la higiene de diferentes estancias como la cocina, el baño o un multiusos apto para cualquier zona o superficie. También dispone de productos desinfectantes para mantener a raya los gérmenes en la ropa, tejidos no lavables o calzado.