Son muchos los niños que disfrutan jugando con peluches. Los llevan a todas partes, los arrastran por el suelo y los hacen partícipes de sus actividades cotidianas, con lo que es normal que acaben con manchas de todo tipo, además de suciedad, microorganismos patógenos y malos olores. Al ser un objeto que va a estar en contacto estrecho con bebés y niños que todavía no siguen unas normas mínimas de higiene y que se van a llevar los peluches a la boca, es importante saber cómo lavar los peluches sin estropearlos para que se mantengan limpios y no se conviertan en un foco de suciedad y gérmenes. En este artículo te explicamos los pasos necesarios para hacerlo.
Antes de nada, deberás mirar si los peluches pueden o no lavarse en la lavadora. Para ello es importante que leas la etiqueta de los peluches con las recomendaciones de limpieza. De esta forma sabrás si se pueden meter en la lavadora o bien si tenemos que limpiarlos a mano porque son delicados o porque contienen pilas o cualquier otro mecanismo que no deba mojarse.
Paso 1. En un barreño con 3,5 litros de agua vierte detergente y medio tapón de Sanytol desinfectante textil.
Paso 2. Introduce los peluches en el barreño. Asegúrate de que se mojan por completo.
Paso 3. Deja que el producto actúe durante 15 minutos, frótalos y aclara. Procura aclarar los peluches con agua abundante hasta que veas que quedan bien limpios y sin restos.
Paso 4. Deja que se sequen. Para evitar que puedan estropearse es mejor secarlos al aire.
Para los peluches que no son aptos para lavadora, porque tienen mecanismos eléctricos o baterías, o por su tamaño, puedes probar esta limpieza en seco.
Paso 1. Haz una mezcla de 250ml de agua caliente y 1 cacito de Sanytol desinfectante quitamanchas, mezcla bien para formar espuma. Puedes introducir la mezcla en un pulverizador o en un recipiente.
Paso 2. Si lleva pilas, quítalas.
Paso 3. Sumerge un paño suave en la solución o pulveriza la mezcla sobre el peluche. A continuación, ve frotando suavemente el peluche con un paño húmedo. Evita mojar demasiado el peluche para evitar dañar el relleno.
Paso 4. Aclara cuidadosamente. Con un paño húmedo, elimina cualquier residuo de producto que pueda quedar en el peluche. Es importante aclarar bien el peluche para que no quede ningún resto. Si el peluche permite aclarar con agua, puedes sumergir el peluche en agua.
Paso 5. Secar al aire. Si es posible, evita que le dé directamente el sol, ya que puede dañar los materiales del peluche. Asegúrate de que está completamente seco.
Existe otro truco que es rociar el peluche con agua y meterlo dentro de una bolsa de plástico con bicarbonato. Con este método, lo único que se consigue es eliminar malos olores, pero no limpia el peluche, así que lo más recomendable es seguir los pasos que hemos indicado anteriormente.
Ahora que ya sabes cómo limpiar los peluches, también es importante pensar en la frecuencia de lavado. Lo cierto es que no hay una fija, ya que depende del uso que se les dé. No es lo mismo los que sobre todo decoran que los que acompañan al niño todo el día. Tampoco se ensucian igual los que no salen de casa que aquellos que lleva al parque, a la guardería, se comparten entra varios niños, etc. En general, podemos lavarlos una vez a la semana, como mucho, cada 10-15 días. Pero también habrá que limpiarlos cuando los veamos sucios, se hayan compartido o si el niño está enfermo.
Ahora que ya conoces cada cuánto y cómo lavar un peluche grande o pequeño, en la lavadora y a mano, te recomendamos leer este otro artículo en el que te explicamos Cómo desinfectar los juguetes de tú bebé.
