Sanytol > Bebés > Cómo limpiar una trona de bebé para comer seguro
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La trona de los bebés requiere de una limpieza en profundidad, ya que es un lugar donde no solo cae comida que los bebés pueden volver a llevarse a la boca, sino que es donde se acumulan restos de alimentos que pueden convertirse en un foco de gérmenes. Todo ello hace que la limpieza y desinfección de la trona de manera respetuosa sea imprescindible. ¿Quieres saber cómo limpiar una trona de bebé para comer seguro? Lo explicamos en el siguiente artículo.
Para limpiar bien una trona no solo basta con que recojamos los restos de comida y pasemos un paño. Especialmente las zonas que entran en contacto con el bebé y los alimentos tienen que limpiarse en profundidad y tras cada comida, para evitar que la suciedad se incruste y que se acumulen gérmenes provenientes de la comida. Te explicamos cómo limpiar y desinfectar la trona del bebé con estos sencillos pasos:
Los juguetes duros que no sean electrónicos pueden meterse en el lavavajillas. En caso contrario, puedes limpiarlos con los productos que ya hemos mencionado, como Sanytol toallitas o Sanytol limpiador desinfectante multiusos. Recuerda que como los juguetes van a estar en contacto con la boca del bebé, hay que aclararlos muy bien con agua antes de devolvérselos.
Algunas sustancias pueden no ser adecuadas para la higiene de juguetes y demás accesorios que van a estar en contacto directo con el bebé. De hecho, cualquier producto de limpieza mal utilizado puede resultar potencialmente tóxico. Entre los riesgos de que el bebé entre en contacto con productos de limpieza no adecuados están las intoxicaciones digestivas y respiratorias y las lesiones en la piel, las mucosas y los ojos.
Como el bebé tiene tendencia a tocar y chupar todo lo que está su alcance, se debe evitar limpiar con productos irritantes, abrasivos o corrosivos. Tampoco es aconsejable mezclar diferentes productos. Recuerda que existen productos que desinfectan sin lejía, como Sanytol, que pueden servir para tener una higiene completa en los objetos en contacto con el bebé.
Es importante consultar siempre el etiquetado y seguir siempre las instrucciones del fabricante. Por precaución, es mejor aclarar siempre al final de la limpieza.