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Es habitual centrarse en el lavado, el secado y el cuidado de la ropa, pero no tanto en la conservación de los electrodomésticos que se emplean para ello, como es el caso de la secadora. Sin el mantenimiento periódico que necesita, no es extraño que en su interior se acaben generando malos olores que afectan a la ropa, aunque esté recién lavada. Por ejemplo, puedes sentir que la secadora quita el olor a suavizante o incluso que provoca un desagradable olor a humedad. En este artículo vamos a explicar cómo quitar el mal olor de la secadora paso a paso. Con los cuidados necesarios es posible alargar la vida útil de este electrodoméstico y favorecer su buen funcionamiento, manteniendo la ropa limpia, seca y con un agradable aroma.
El primer paso antes de comenzar cualquier manipulación es desconectar la secadora de la red eléctrica. De esta manera, podrás trabajar con ella con total seguridad. Además, conviene retirarla de la pared para poder acceder a su parte trasera, donde suelen encontrarse las rejillas de ventilación, que también habrá que limpiar. De paso, se puede aprovechar para barrer y fregar el suelo por debajo. Hay que recordar que la secadora debe instalarse en un lugar lo más ventilado posible, ya que durante su funcionamiento genera calor que, si se acumula, favorecerá la proliferación de malos olores.
En ocasiones, alguna pieza deteriorada puede afectar al funcionamiento de la secadora y ser el origen de los malos olores. Si te parece que alguna parte está en mal estado, contacta con el servicio técnico, ya que, en este caso, quitar el mal olor de la secadora de ropa no es solo cuestión de limpieza.
Presta atención a la limpieza de las rejillas de ventilación y de los filtros.
Los puedes limpiar con un producto limpiador y desinfectante, como Sanytol limpiador desinfectante multiusos. Solo tienes que pulverizar y repartirlo por toda la superficie con un paño limpio humedecido. Los espacios más pequeños puedes frotarlos con un cepillo de dientes. Al terminar, monta todo tal cual estaba.
La limpieza básica de los filtros se recomienda hacerla después de cada uso, así se acumulará menos suciedad y cada vez que los limpies será más fácil. En cambio, una limpieza en profundidad, que incluya desmontar las rejillas, puede limitarse a 2 veces al año (aunque depende del uso que se le dé a la secadora) y siempre que notes problemas de funcionamiento o que la ropa huele mal.
Para una higiene completa, no se puede olvidar el interior de la secadora, que es el que va a entrar en contacto con la ropa. Puedes limpiar y desinfectar el interior de la secadora con un producto como Sanytol limpiador desinfectante multiusos, pulverizar a 20 cm de distancia, repártelo con un paño húmedo y deja que se seque. No olvides limpiar también el interior de la puerta. Con este producto eliminarás los malos olores de la secadora de raíz, ya que acaba con el 99,9% de los gérmenes que los causan. Esto explica su mayor efectividad frente a remedios caseros, como el vinagre o el bicarbonato, que suelen ofrecer resultados menos duraderos al carecer de tanta eficacia en la eliminación de los gérmenes. Sustancias más agresivas, como la lejía, pueden dañar los electrodomésticos, de ahí que sea más seguro el uso de productos más respetuosos y específicos.
Conviene hacer una desinfección con regularidad del interior de la secadora, dependiendo de la frecuencia de uso, para prevenir problemas de funcionamiento y la generación de malos olores. A modo de prevención, ayuda que la ropa que introduces en la lavadora haya sida desinfectada durante el lavado, para hacerlo, usa un programa de más de 60ºC o un aditivo desinfectante eficaz en agua fría como Sanytol desinfectante textil. Simplemente añádelo en la cubeta del suavizante con tu detergente habitual. Recuerda también introducir la ropa nada más acabe la lavadora. Si se queda en su interior mojada, te resultará más difícil quitar el olor a humedad de la secadora.
Los elementos no desmontables de la secadora se pueden limpiar de forma sencilla y de una sola pasada con Sanytol toallitas desinfectantes multiusos. Limpian, desinfectan y eliminan los malos olores, gracias a su potente actividad contra los gérmenes que los causan. Es tan fácil como pasar la toallita por la superficie a limpiar, sin necesidad de aclarado posterior.
Todos los elementos de la secadora que se limpien deben estar completamente secos antes de volver a colocarlos en su lugar. De lo contrario, las condiciones de humedad y calor favorecerán la proliferación de distintos gérmenes, capaces de generar malos olores, que es precisamente lo que se quiere evitar. No vuelvas a enchufar la secadora hasta que no esté todo seco y deja la puerta abierta después de cada uso.
Por último, la limpieza de la secadora no debe ser un evento puntual a realizar cuando se detectan malos olores. Al contrario, cuidarla regularmente evita que estos aparezcan y, como hemos dicho, ayuda a mantener un buen funcionamiento del electrodoméstico, así como a alargar su vida útil. Incorpora la limpieza y desinfección de la secadora a tu rutina de higiene y desinfección del hogar.
Si también tienes problemas de malos olores con la lavadora, te recomendamos leer este artículo para solucionarlo: `Cómo quitar el mal olor de la lavadora para que la ropa huela bien´.