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A continuación, te explicamos por qué nos huelen y cómo combatir el problema cuanto antes.
En primer lugar debes saber que en nuestros pies hay más de 250.000 glándulas sudoríparas y, por tanto, no es de extrañar que estos de vez en cuando desprendan mal olor.
El mal olor en los pies se debe a la presencia y actividad de bacterias y hongos. Las bacterias en la superficie de la piel descomponen el sudor y se alimentan de las células de la piel muerta y de los aceites propios de la piel, produciendo como resultado de esta metabolización el mal olor de pies.
El mal olor aumenta cuando existe un exceso de sudoración, pero esto no siempre se debe a una falta de higiene, aunque extremar las medidas a la hora de asearnos puede ayudar bastante a controlarlo.
• Infecciones por hongos y bacterias en los pies. Es una de las causas del mal olor que más debemos tener en cuenta. En este caso, es importante que tratemos la infección lo antes posible.
• Causas hormonales. Se dan sobre todo en la adolescencia y en la pubertad, aunque nos podemos encontrar con esta causa en cualquier momento de la vida. Los continuos cambios en nuestro cuerpo hacen que se produzcan deshechos que son expulsados de nuestro cuerpo a través de las glándulas sudoríparas y de ahí que pueda generarse el mal olor.
• Estrés o ansiedad. Los trastornos en nuestro estado de ánimo generan una liberación de hormonas que estimulan las glándulas que generan el sudor y, por tanto, lo potencian.
• Alimentación. Hay alimentos que al degradarse dan lugar a unas moléculas llamadas odoríferas, que se eliminan a través del sudor y potencian el mal olor. Alimentos de este tipo pueden ser las especias, el café, el picante, la cebolla o el ajo.
• Tratamientos farmacológicos. Algunos de ellos tienen como efectos secundarios la sudoración.
• Uso de calzado inadecuado. Muchos tipos de calzado no favorecen la transpiración del pie por sus materiales sintéticos.
1- Lavar los pies a diario y secarlos muy bien
2- Cambiar a diario los calcetines y, si es necesario porque hay mucha sudoración, más de una vez.
3- Utilizar polvos secantes dentro del calzado para evitar el exceso de humedad.
4- Desinfectar el calzado para eliminar las bacterias que se acumulan allí y que generan mal olor persistente si no se erradican.
Si tus pies huelen mal y por lo tanto también huele mal tu calzado, debes desinfectarlo, pues las bacterias en el calzado son las que producen el mal olor. Para combatir el problema de raíz y eliminar las bacterias que provocan el mal olor, utiliza el Aerosol Desinfectante de Calzado de Sanytol. Se trata de un producto exclusivo para el interior del calzado que actúa intensamente en el foco del problema logrando así eliminar el mal olor de los zapatos. Resulta muy eficaz contra bacterias como el staphylococcus epidermidis y otros virus y hongos como el pie de atleta o la tiña del pie.