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Es muy agradable salir de la ducha y envolverse en una toalla seca que huele a limpio, pero, en ocasiones, aunque pensemos que la hemos lavado bien, aparece ese desagradable olor a humedad en su tejido. Las toallas están hechas para absorber el agua y, además, tienden a estar expuestas al ambiente del baño, por lo que es fácil que acumulen humedad y desprendan malos olores, incluso después de lavarlas.
En este artículo explicamos cómo quitar el mal olor a humedad de las toallas y, también, cómo prevenir que vuelva a aparecer, incluso después de lavarlas.